The Journey of a First-Generation Chicana Professor

La Dra. Loretta Ramirez es una profesora en el departamento de estudios Chicanos y latinos en CSULB. Foto por Dacne Moreno

Lo que le dio a la Dra. Loretta Ramírez coraje, fuerza y determinación fue crecer con el duro amor de su abuelo.

Ser de primera generación y al mismo tiempo ser la primera persona de su familia en asistir y graduarse de la universidad significaba que su orientación era limitada. Cuando llegó el momento de planificar su carrera, sabía que dependía de ella explorar las opciones que le permitieran buscar su propio camino y que la empoderaran para seguir adelante.

“Me encantaba estudiar, me resultó difícil elegir carrera. Simplemente tenía mucha curiosidad por mí misma. Definitivamente quería estudiar cultura”, dijo Ramírez.

Sabía que generar un impacto en su propia comunidad y cultura era muy importante no solo para ella, sino también para las futuras generaciones.

Ella es mitad apache y mitad chicana, por lo que dentro de su carrera buscaba mejores representaciones y al mismo tiempo aspiraba a ser ese cambio.

“Quería escuchar las voces de los nativos americanos y las chicanas en particular”, dijo. "Estaba aprovechando el deseo de los estudiantes de no hablar de ellos, sino de hablar por ellos mismos, eso fue lo que realmente lanzó mi carrera docente".

Ramírez, ahora profesora en la Universidad Estatal de California en Long Beach, comenzó estudiando antropología en la Universidad de Stanford. Le encantaba estudiar sobre las personas, hasta que se dio cuenta de que el conocimiento que le otorgaron a lo largo de su educación era desde una perspectiva externa. 

Después de graduarse con una Licenciatura en Artes de la Universidad de Stanford con un enfoque en antropología política, buscó una mejor representación para escuchar desde una perspectiva interna para variar.

La inspiración de Ramírez vino de su abuelo, quien permitió su curiosidad y moldeó su forma de pensar para buscar y encontrar respuestas por sí misma.

Robert Warrior, un profesor nativo americano, también inspiró a Ramírez a impulsar y perseguir su curiosidad. Él la empujó a siempre buscar las pruebas y no sólo a que le dijeran las respuestas.

Dentro de su carrera, Ramírez pudo obtener una cantidad honorable de títulos. Obtuvo su maestría en inglés de la Universidad Loyola Marymount con especialización en escritura creativa y teorías narrativas, una maestría en Historia del Arte de la Universidad Estatal de California en Long Beach con especialización en el mecenazgo femenino, el arte devocional de la España medieval y una maestría en inglés por la Universidad de California, Irvine, con especialización en retórica chicana y pedagogía de composición crítica. Finalmente, recibió un doctorado en inglés con un certificado de posgrado en estudios visuales.

Al escribir, Ramírez se inspira en Cherrie Moraga, una escritora de ascendencia chicana de Los Ángeles que enseña a mujeres como ella a tener acceso a esa confianza y a usar su propia voz.

Cuando Ramírez leyó por primera vez los libros de Moraga, recordó haber escuchado su propia voz y pensamientos en los escritos de Moraga.

A lo largo de su carrera profesional, Ramírez fue influenciada por varias personas, así como ella misma ha impactado a muchas. Michelle Seales, amiga cercana y ex colega, elogia a Ramírez por su arduo trabajo, dedicación y educación

Seales conoció a Ramírez hace diez años y sus recuerdos favoritos juntas son las conversaciones que han tenido sobre sus roles como mujeres latinas que trabajan en la educación superior, además de hablar sobre sus viajes y cómo se relacionan con sus estudios en historia del arte.

"[Ramírez] es simplemente fantástica en todos los sentidos, es muy profesional en todo lo que hace, termina lo que comienza y es enfocada", dijo Seals. "La lista es interminable para Loretta porque está muy determinada.”

Valerie Cortez, ex alumna, admira el estilo de enseñanza de Ramírez. Cortez agradece a Ramírez por alentarla a convertirse en una mejor escritora, darle consejos sobre cómo postularse para la escuela de posgrado y ayudarla a comprender más sobre la cultura latina en general.

“Cuando comencé a conocer a la Dra. Ramírez, ella realmente me sirvió de inspiración no sólo como latina, sino también como mujer”, dijo Cortez. “Durante mi infancia, no tenía familia que me ayudara a navegar eso y la Dra. Ramírez fue quien me ayudó a superar todo”.

En 2020, Ramírez recibió el premio “Scholars for the Dream Award” otorgado por la Conferencia sobre Composición y Comunicación Universitaria. Ramírez ahora quiere ser quien motive a sus alumnos después de escribir su primer libro y esperando el lanzamiento del segundo.  

Ramírez dice que para ella chicana significa “reducirse a muchas lealtades aunque sea difícil trazar un límite”. Su desafío como chicana es encontrar esas líneas y priorizar su bienestar y su tiempo, pero también celebrar todas sus lealtades y vínculos con su familia, así como otros elementos que tiene que balancear.

“Siento que es una vida plena”, dijo.

En el futuro desea ver una mayor representación entre sus estudiantes.

"Las chicanas actúan basándose en lo que perciben como aceptado por los académicos o por nuestras propias comunidades, por lo que es realmente difícil para nosotras encontrar nuestra voz", dijo Ramírez.

Artículo traducido por Juanita Olaya

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